11 de octubre día del Dulce de Leche

 

El día mundial de dulce de leche se celebra el 11 de octubre desde 1998 por iniciativa del Centro Argentino de Promoción del Dulce de Leche y Afines, para rendir homenaje a este producto emblemático y declarado patrimonio cultural y gastronómico de la Argentina. La jornada busca promover su consumo, producción y consolidarlo como un símbolo de la gastronomía argentina a nivel mundial. 


 

Dos recetas fáciles para hacer con dulce de leche, por Natalia Penchas.

 

Cocinera, pastelera, panadera, instructora, docente de cocina, desarrolladora de recetas fáciles y caseras, food styler y fotógrafa de alimentos.

 

Un poco de su historia contada por ella misma: 

 

Me encanta compartir mis recetas caseras y el amor por la comida real, con ingredientes frescos y locales. La cocina simple, esa que todos pueden cocinar, es la que más me gusta.”

 

Trabajé como bachera, cocinera, jefa de cocina y chef ejecutiva por más de 15 años. Tuve restaurantes y una empresa de catering de tortas durante mis épocas de estudiante.

 

Empecé a dar clases de cocina en 2005 en Saint Louis, Estados Unidos. Allá también trabajé como chef ejecutiva y me especialicé en cocina internacional. Y participé en un programa de televisión que me permitió llegar a los hogares con mis recetas fáciles y caseras. En esa época empecé con la fotografía y no paré más.

 

A mi regreso a Buenos Aires seguí con la docencia y participé en el segmento de recetas económicas "Cocinando por 100 pesos" en el programa América Noticias de América TV. También trabajé durante años para Walmart Argentina en un programa diario de recetas y luego empecé a trabajar para Tastemade en español como food styler y ecónoma.

 

Cuando en la pandemia me quedé sin trabajo, hacía lo mismo que hago hoy para una empresa multinacional: recetas para promocionar productos con fotos y videos. Instagram y las redes sociales parecían hechas solo para pocos afortunados a los cuales les iba bien. Miraba muchas cuentas y decía: "Si ellos pueden colocar un video online y no saben cocinar, yo, que sé cocinar, la voy a romper". Pero mi gran maestro José me preguntó: "¿Para qué querés publicar recetas en Instagram?". La gran pregunta.

 A partir de ahí y con la publicación del cheesecake japonés rápidamente llegué al millón de seguidores. Si bien ya tenía unos 80.000. 

La receta fue novedosa , yo había viajado a Japón y la vi y la hice. La verdad una sorpresa porque la había firmado con un celular que no era de los mejores ni más modernos, ¡una sorpresa total


 

Cheesecake de dulce de leche sin horno

 

Te vas a enamorar de esta cheesecake de dulce de leche. La podés hacer y tenerla en el freezer para cualquier ocasión.

Para un molde de 18 cm de diámetro:

100 g de galletitas, colocá en un repasador, golpeá con un palo y triturá aplastando.

60 g de manteca derretida.

 

Cheesecake:

600 g de queso crema.

100 g de azúcar.

1 cda de esencia de vainilla.

200 g de crema de leche.

3 cdas de dulce de leche.

15 g de gelatina sin sabor.

50 ml de agua.

 

Extras:

Dulce de leche común para armar la torta.

Dulce de leche repostero para decorar.

 

En un bol, colocá las migas de galletitas, agregá la manteca y mezclá bien. Forrá internamente el molde con papel film, base y bordes, o podés usar un molde de silicona como usé yo. Apretá presionando el crumble contra la base. Llevá a la heladera para que endurezca.

 

En un bol, colocá el queso crema, la vainilla, el azúcar, la crema de leche y el dulce de leche, y batí con la batidora. En un bol chico, colocá la gelatina y el agua, mezclá hasta que se hidrate y se forme una crema gomosa. Calentá la gelatina hidratada a baño María hasta que se vuelva líquida, sin sobrecalentar para que no se arruine. Incorporá la gelatina a la mezcla batiendo hasta integrar.

 

Colocá en el molde 1/3 de la mezcla. Agregá dulce de leche común haciendo un dibujo y con un cuchillo mezclá haciendo un marmolado. Colocá otro 1/3 de la mezcla por encima y repetí con más dulce de leche. Terminá con el resto de la mezcla y emparejá.

 

Llevá al freezer y dejá congelar. Desmoldá y decorá con dulce de leche repostero. Entre 10 y 20 minutos fuera de la heladera ya se puede comer como torta helada. Si la dejás más tiempo, queda como una cheesecake común. Vas a notar que el dulce de leche queda como una salsa de caramelo en la torta y le queda genial.

 

Alfajores de maicena

Hablemos de alfajores. Una masa que se agrieta y está seca, para mi no es sabrosa.

Un alfajor de maicena debería ser suave al morderlo. Que se deshaga en la boca.

La elección del dulce de leche es fundamental.

No cualquier repostero es rico. Y no sean amarretes con el dulce de leche a llenarlos bien.

 

Secreto al día siguiente están más ricos. Eso sí, si los guardas en un tupper.

 

Ésta es mi receta preferida para estos alfajores. Con una vueltita de rosca, esta vez puse más harina que maicena, receta de una amiga, y salieron aún mejores.

 

¿Qué necesito?

• 200 g. de manteca blanda.

• 200 gr de azúcar impalpable

• 3 yemas

• 1 cdita de extracto o esencia de vainilla

• 1 cda de ralladura de limón

• 1 cdita. de licor de naranja ( o coñac)

Ingredientes secos:

• 200 g de fécula de maíz

• 300 g de harina (0000)

• 1/2 cdita de bicarbonato

• 1 cdita. de

polvo de hornear

 

Para rellenar

• 500 g dulce de leche firme

• 100 g de coco rallado

 

¿Cómo lo hago?

Con batidora eléctrica batir la manteca y el azúcar hasta formar una crema.

Agregar las yemas de a una y batir. Incorporar la ralladura y la vainilla.

Mezclar todos los elementos secos y tamizar.

Con espátula mezclar los secos agregar en tres veces. NO amasar nunca

 ( Si lo haces salen duros y se quiebran en la cocción)

 

Llevar a frío por una hora

Estirar en una mesada enharinada y cortar círculos, colocar en una bandeja enmantecada y enharinada para horno.

 

Precalentar el horno a 180C y hornear por 10 minutos, la idea es que no se doren.

 

Una vez frías rellenar, poner bastante dulce de leche y rodar por coco asi se cubren los bordes.

 

Cocinera, pastelera, panadera, instructora, docente de cocina, desarrolladora de recetas fáciles y caseras, food styler y fotógrafa de alimentos.

 

“Me encanta compartir mis recetas caseras y el amor por la comida real, con ingredientes frescos y locales. La cocina simple, esa que todos pueden cocinar, es la que más me gusta.”

 

Un poco de historia

 

Trabajé como bachera, cocinera, jefa de cocina y chef ejecutiva por más de 15 años. Tuve restaurantes y una empresa de catering de tortas durante mis épocas de estudiante.

 

Empecé a dar clases de cocina en 2005 en Saint Louis, Estados Unidos. Allá también trabajé como chef ejecutiva y me especialicé en cocina internacional. Y participé en un programa de televisión que me permitió llegar a los hogares con mis recetas fáciles y caseras. En esa época empecé con la fotografía y no paré más.

 

A mi regreso a Buenos Aires seguí con la docencia y participé en el segmento de recetas económicas "Cocinando por 100 pesos" en el programa América Noticias de América TV. También trabajé durante años para Walmart Argentina en un programa diario de recetas y luego empecé a trabajar para Tastemade en español como food styler y ecónoma.

 

El restaurante sigue siendo una de mis pasiones, y recibo consultas desde varios restaurantes para la realización de menú y puesta en marcha.

 

Hace un tiempo instalé mi taller de cocina en Rauch, un pueblo encantador a 300 km de la ciudad de Buenos Aires, donde realizó recetas para promocionar las marcas que más me gustan.

 

¿Cómo aprendí?

Crecí entre Caracas, París y Buenos Aires. Estudié Cocina, Letras y Fotografía. Mis recetas son un producto de todas mis experiencias, mudanzas y mentores.

 

Las escuelas donde estudié Cocina fueron una etapa importante, pero los restaurantes donde trabajé contribuyeron sin duda al mayor de los aprendizajes: constancia, disciplina, práctica y repetición, fueron la clave.

 

Los viajes me enseñaron diversidad, respeto y amor por las diferencias; disfruté trabajar en otros países, comer en la calle, experimentar nuevas recetas y comprar en los mercados de cada ciudad que visité.

 

El aprendizaje de recetas empezó desde que era muy chica, gracias a la generosidad de las mujeres que cocinaban en casa.

Con la cocina venezolana di mis primeros pasos y París dejó una marca fuerte y una oportunidad única. Luego mi querida Charo, que trabajó en casa por años, me enseñó las recetas fáciles de la cocina argentina: cocina desde el corazón, bizcochuelos perfectos, repulgue de empanadas y mucho más. Trabajar y estudiar en Estados Unidos le dio otra perspectiva a mi aprendizaje, gracias a la fusión de la cocina local con la de todas partes del mundo.

 

Los libros de cocina y sus recetas también me inspiraron y guiaron. Primero el de Doña Petrona, que fue mi biblia. Luego llegó a mis manos el de Julia Child y muchos otros que dejaron su huella.

 

Hoy sigo mirando, viajando, escuchando y aprendiendo. Es un conocer continuo, donde siempre hay luz y más para aprender. Como me gusta decir, acá hay un etcétera por lo que se viene. 

 

La palabra con la que arranco todos mis proyectos es “enamorate”: porque para mí, cocinar es un acto íntimo y generoso. Las recetas nacen desde ahí, siempre pensando en crear momentos únicos que van más allá del sabor: son actos de confianza, celebración, dar y compartir.

 

Hoy, mis recetas son espejos de mi historia, de mi energía, de mis emociones. Cocinar es conectarse con uno mismo y con los demás. Te invito a enamorarte, siempre.

 

Su paso por Estados Unidos 

Dejó su huella en la escena gastronómica de St. Louis con dos proyectos muy singulares. En 2008 participó en la creación de The Fountain on Locust, un restaurante Art Déco que rápidamente se convirtió en un ícono local por su atmósfera retro y, sobre todo, por su innovador menú de ice cream martinis. Allí, como chef de apertura, Natalia desarrolló parte de la carta inicial y aportó su impronta culinaria en la cocina, que combinaba platos ligeros con postres elaborados y cócteles creativos.

 

Tiempo después asumió el rol de executive chef en Rue Lafayette Café, un espacio de inspiración francesa en el barrio de Lafayette Square. En este restaurante, Natalia se destacó especialmente en repostería: sus postres, como el pastel de tres leches de coco coronado con merengue italiano, recibieron elogios en medios gastronómicos locales. Su estilo, delicado y exuberante a la vez, le dio una identidad única a la propuesta del café.

 

La historia de Rue Lafayette también fue televisada: su renovación apareció en un episodio del programa Renovation Realities de HGTV, lo que convirtió al restaurante en parte de la cultura visual y gastronómica de la ciudad.

 

Así, tanto en The Fountain on Locust como en Rue Lafayette, Natalia Panchas aportó no solo talento culinario, sino también una mirada creativa que dejó marca en dos de los espacios más recordados de St. Louis.

 

Estudió Cocina en la escuela de cocina del gato Dumas. Siendo egresada  de las primeras camadas. 

La pastelería fue su primer amor, tenía un negocio de tortas llamado Bienmesabe. Eso fue lo que  la impulsó a estudiar cocina.


 

Natalia x Natalia:

 

Soy  Nati y soy cocinera. Amo la palabra "cocinera". Esa palabra tiene un poder en mí que creía inexplicable, pero con el tiempo, esa palabra abarcó muchas otras cosas.

No siempre todo fue color de rosa. Llegar hasta aquí fue un camino de muchos altibajos. En 2008 abrí un restaurante en Estados Unidos con una socia y, después de montarlo completo, hacerlo funcionar, y convertirlo en el mejor café de la zona, mi socia cambió la cerradura y perdí todo. No fue fácil, al no estar en mi país, ella se quedó con todos los beneficios, una estafa astuta. Me podría haber quedado parada ahí, pero no lo hice. Seguí mi camino.

 

Y un día se hizo viral …. 

Cuando en la pandemia me quedé sin trabajo, hacía lo mismo que hago hoy para una empresa multinacional: recetas para promocionar productos con fotos y videos. Instagram y las redes sociales parecían hechas solo para pocos afortunados a los cuales les iba bien. Miraba muchas cuentas y decía: "Si ellos pueden colocar un video online y no saben cocinar, yo, que sé cocinar, la voy a romper". Pero mi gran maestro José me preguntó: "¿Para qué querés publicar recetas en Instagram?". La gran pregunta.

 A partir de ahí y con la publicación del cheesecake japonés rápidamente llegué al millón de seguidores. Si bien ya tenía unos 80.000. 

La receta fue novedosa , yo había viajado a Japón y la vi y la hice. La verdad una sorpresa porque la había firmado con un celular que no era de los mejores ni más modernos, ¡una sorpresa total! 

Para poder subir esta receta, se hicieron 15 pruebas,” yo no subo una receta hasta que no quede perfecta ”

https://www.instagram.com/reel/CZkVeL9jtEV/?igsh=dnJqdDM1N3d0NWg

Otra receta que tuvo el mismo alcance  fue el cheescake de DDL .

https://www.instagram.com/reel/C9Dd3NNvZB7/?igsh=MXM2aXVqZ3VrcnUzYg==

 

"Mi motivación: Compartir mis recetas caseras y el amor por la comida real, con ingredientes frescos y locales. La cocina simple, esa que todos pueden cocinar, es la que más me gusta". Las emociones crean la acción.