
Cabernet Franc: el nuevo representante argentino que conquista al mundo
Por: Germán Di Cesare, director de Enología de Bodega Trivento
El mapa global del vino atraviesa una transformación silenciosa. El público y sommeliers buscan tintos más frescos, expresivos y con menor intervención, que hablen del lugar donde nacen. En esa sintonía, el Cabernet Franc se consolida como una de las variedades más seductoras del momento: elegante, aromática y con una identidad que hoy despierta interés en todo el mundo.
De actor secundario a protagonista
Históricamente, el Cabernet Franc ocupó un rol de apoyo en los blends de Burdeos. Sin embargo, en la última década, productores de regiones como el Valle del Loira, California, Chile, Argentina o Sudáfrica redescubrieron su versatilidad y fineza. Su paleta aromática —frutas rojas, violetas, notas especiadas y un dejo herbal sutil—, combinada con taninos amables y acidez equilibrada, lo convierten en un vino moderno, adaptable a múltiples estilos gastronómicos.
El crecimiento del Cabernet Franc en Argentina también es consecuencia del camino abierto por el Malbec. El aprendizaje acumulado en la diferenciación de terruño, la investigación y la interpretación de cada zona permitió trasladar todo ese expertise a nuevas variedades. Y el Cabernet Franc es, hoy, la que mejor capitaliza ese conocimiento técnico.
“Todo lo que aprendimos con el Malbec nos permitió entender mejor los lugares; ese mismo camino hoy lo recorre el Cabernet Franc, que se convirtió en la variedad más transparente para mostrar las bondades de un terroir.”
Un movimiento que crece en Argentina
En el país, esta tendencia encuentra terreno fértil. Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), el Cabernet Franc es hoy una de las tintas que más creció en la última década: en 2022 alcanzó 1.685 hectáreas cultivadas, lo que representa el 0,8 % del total de vid del país. Desde 2015, la superficie plantada aumentó más de 130 %, reflejando una decisión firme de productores y enólogos por su potencial.
Según el informe 2024 del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), la superficie de Cabernet Franc en Argentina alcanza las 2.000 hectáreas plantadas, un número que consolida su crecimiento sostenido. De ese total, entre 1.500 y 1.600 corresponden a Mendoza, que concentra la mayor parte de la superficie nacional, convirtiéndola en la zona más influyente en la construcción del estilo argentino de la variedad.

El Valle de Uco, en Mendoza, se consolidó como epicentro de esa expansión. Su altitud, amplitud térmica y suelos pedregosos generan condiciones ideales para lograr madurez fenólica precisa, frescura natural y una expresión aromática refinada.
En regiones como Gualtallary, Paraje Altamira o Los Chacayes, el Franc se muestra tenso, vibrante y con una textura jugosa que lo distingue de otros tintos.
A su vez, el Cabernet Franc muestra una notable plasticidad: se adapta con soltura a diferentes terruños y ofrece consistencia en prácticamente todas las zonas de alta calidad de Mendoza. Desde Gualtallary hasta Agrelo o Pedriel, las expresiones son sólidas y confiables para quien los elige.
Un estilo contemporáneo
Esta cepa interpreta la búsqueda de transparencia y pureza. Se privilegian fermentaciones con mínima intervención, control de temperatura y crianzas breves en toneles o barricas de segundo uso, para no enmascarar su carácter floral. El resultado son vinos equilibrados, de medio cuerpo, con energía, elegancia y un perfil moderno que dialoga con los gustos internacionales.
A diferencia del Cabernet Sauvignon, su pariente más famoso, el Franc ofrece taninos más suaves y una paleta aromática más floral, que le otorga una elegancia sutil y lo vuelve ideal tanto para público joven como para quienes buscan vinos de guarda media.
Además, el Cabernet Franc argentino suele mostrar notas de grafito, mineralidad y un carácter más clásico, que lo conectan con estilos europeos tradicionales, sin perder su frescura mendocina característica.
Exportaciones que confirman la tendencia
El crecimiento no se limita al viñedo. En la última década, las exportaciones de vinos argentinos de Cabernet Franc —varietales y blends— aumentaron más de 600%, alcanzando en 2022 los 14.468 hectolitros exportados por un valor FOB de casi 10 millones de dólares. Estados Unidos, Reino Unido y Brasil se destacan entre los principales destinos.
En este contexto, Trivento se posiciona como uno de los protagonistas del avance del Cabernet Franc argentino. reciente lanzamiento, Trivento Golden Reserve Malbec-Cabernet Franc 2023, fue distinguido con 96 puntos en los Decanter World Wine Awards 2025, uno de los concursos más influyentes del mundo. Este vino refuerza el creciente reconocimiento internacional del varietal dentro del portafolio de la bodega. En la última campaña, Trivento incluso logró duplicar sus exportaciones de Cabernet Franc, impulsadas por la consolidación global de la línea Golden Reserve.
Una nueva voz para los tintos argentinos
El auge el Cabernet Franc no busca reemplazar al Malbec, sino complementarlo. Representa la evolución natural de una industria madura que explora su diversidad y su capacidad de ofrecer vinos con identidad y frescura. Su perfil más delicado y su potencial gastronómico lo posicionan como un vino versátil, ideal para maridar con carnes blancas, pastas, vegetales grillados o platos de cocina contemporánea.
La expresión de una dupla en equilibrio
La combinación Malbec + Cabernet Franc se ha convertido en una de las duplas más naturales del vino argentino. “Es un blend que no necesita ser forzado: las dos variedades encajan de manera equilibrada, con tiempos de madurez similar en el viñedo y una armonía perfecta en la copa.”
Este corte abre un tercer estilo dentro de los tintos premium del país: no solo el Malbec, no solo el Cabernet Franc, sino un vino que une lo mejor de ambos —amabilidad, tensión, fruta, complejidad— y que hoy está ganando popularidad entre consumidores y críticos.
Con más hectáreas en expansión, reconocimiento internacional y una creciente predilección entre consumidores, el Cabernet Franc se consolida como un vino que combina elegancia, frescura y carácter, y que abre un nuevo capítulo para la vitivinicultura nacional.
Gunther Moros @guntherchef -Misionero de puraCepa
Ganador 🏆 Prix BaronB 6ta Edición